miércoles, 20 de abril de 2011

De la vez que casi venzo al sueño.

Según el Psicoanálisis, o al menos una de sus posturas, los sueños son una de las formas de manifestación del inconsciente. Como tal tienen ciertas leyes o principios que lo gobiernan.
Ausencia de Cronología. Simplemente que el tiempo no transcurre de la manera habitual. Podemos soñar que un segundo dure más que un mes o que Enero le siga a Julio y navidad a reyes.
Ausencia de Contradicción. Así como se indica, todo lo que soñemos tendrá su propia lógica y será completamente válido. Que una persona se mate a si mismo cometiendo homicidio y no suicidio es tan probable como lo es para nuestra vida consciente que caigan hojas en otoño.
Dicho esto, les contaré como casi vencí al sueño.
Estaba yo sentado en el gabinete, el que sea, en el piso intermedio de espaldas a la escalera ubicada a la derecha. El aula estaba atestada de conversaciones a gritos y las personas que las proferían. Una sombra borrosa a color rodeada por el dichoso escándalo de otras muchas, se erguía profesorialmente, sin autoridad alguna, en el piso más bajo junto a la loza blanca escritorial. Yo era yo, y era definitivamente mayor que ese montón de cotorras y no tardé en hacerlo notar "¡Basta ya de gritos, Imbéciles!". Acorazado entre mis brazos ojeé para corroborar el panorama. Un cinconar de niños sostenía sádicamente la tiza por encima del hombro y detrás de la nuca. Pestañeé y fui derecho a la mesa del rincón izquierdo superior que daba a la ventana del centro superior del aula. Nico A. y Esti G. sentados enfrentados me miraban. Yo: "¿vos también estás estudiando Psico?".
Magu S. no está, lo noto recién. Quizás se haya inscrito en otra comisión. La busco por el amplio patio techado del primer piso del Manuel Belgrano. Ya no. Estoy en la calle que bordea el colegio del lado derecho si es que le damos la espalda; llegando al cole en un auto con Gastón C. y creo que Poio I., los tres atrás, porque: "tiene piloto automático".
Al bajar veo que se acercan Magu S. y Belu S., y la segunda: "vamos a ver a Martu".
No acepto, algo digo, creo que nada. Ellas siguen caminando, Magu S. vestida de negro, algo así como un sobretodo. Magu S. Yo: ¡NO PUEDO ESTAR EN EL SECUNDARIO Y EN LA FACU AL MISMO TIEMPO. ESTO HA DE SER UN SUEÑO!, es a gritos que lo pienso, que solamente yo oigo, aunque estos son sordos. Entonces razono, tengo que hacerlo, quiero...

Suficiente. Lamentablemente para el espectador y para mi no puedo publicar el contenido de los sucesos posteriores porque no son aptos para el consumo virtual. Espero se conformen con este breve resumen y una reflexión si es que tengo ganas de escribirla al final.

Entonces razono, tengo que hacerlo, quiero... elegir a sabiendas de que estoy soñando. No puedo ser más específico. Si no hubiese involucrado personas reales vivas quizás hubiese podido ahondar, pero necesitaba tratar de expresarlo tal cual lo hice consciente al despertar (tomé notas un rato después de levantarme, de todos los hechos para que el tiempo no los borrase).

Me queda la satisfacción de haber elegido dentro del sueño y prueba de esto es que al despertarme, sentí que el camino que había escogido era conscientemente el que deseaba soñar. Sin embargo no me encuentro satisfecho con este argumento y lo refuto alegando que esa elección fue frustrada en un primer momento por el sueño, en tanto no se me permitió soñar lo que quería y me vi forzado a una segunda opción, la cual llevé a cabo pero rodeada de elementos que no podía manejar y que yo, aunque me repetía que era un sueño, tomaba como condicionantes "reales" a mis elecciones. En fin, esta fue la vez que casi venzo al sueño, espero poder tomarme revancha.

3 comentarios:

Lojodio A. Lojotáreo dijo...

Ruso, creo que todos una vez tuvimos un sueño inducido. Lo importante de ellos, una vez que te diste cuenta de que estás ahí dentro, es intentar mantenerlo mientras experimentás cosas que sabés que nunca en tu vida real vas a poder hacerlo. Lo malo es cuando te abusas de esas cosas, entonces tu simple moral te despierta, como diciendo: te doy la mano y te agarrás del codo.
Lo importante de esos sueños que vos podés dominar estando dormido pero sabiendo que estás dormido y que lo que vivís es un sueño, es que podés contar lo que te sucedió como si fuese una anécdota, aunque poco lúcida, que ocurrió en otro universo de tu ser, y te sirvió como una experiencia que te enseñó algo.

Раскольников dijo...

Es interesante tu perspectiva aunque no se aplica en este, mi caso. Me hago cargo de que no podamos discutir bajo el mismo paradigma, en tanto no expuse todos los elementos que formaron parte de esta experiencia. No fue la moral lo que hizo que me despertara, sí, en cambio es la moral y un hecho (del sueño) en particular lo que hace que no publique la historia completa, quizás les muestre el manuscrito original alguna vez.

Onom Atop Eya dijo...

Yo creo que lo importante de lo que plantea Lojo es precisamente que pudiste vivir eso "inmoral" con plena lucidez, y casi deliberadamente (lo de casi es un formalismo). Me parece que eso es lofrucitfero de este tipo de esperiencias...