miércoles, 29 de mayo de 2013

Del Amar, del Enamorarse y del Ser Amador.

A lo largo y lo ancho de mi vida me he encontrado con que la gente suele usar indistintamente los términos "Amar" y "estar Enamorado" o lo que es lo mismo "Enamorarse" (haré una pequeña distinción sobre las dos posibles acepciones de esta última) y lo que es peor aún, cada quien le asigna su propio significado a dichos términos y mide a quien "Ama" o de quien "Se enamora" desde su propia intelección, lo cual culmina en discusiones, llantos, trifulcas y asesinatos en serie.
Luego de haber recogido información sobre el tema que nos preocupa a través de encuestas (siete millones de encuestados en Argentina durante el período Enero-Marzo 2013) y entrevistas (cuarentayquince mil tres billones en todo el mundo durante el período Enero-Marzo 2013), pude hallar un sustrato común a todas (literalmente todas) las nociones de Amar y Enamorarse, lo cual me importó poco y nada y opté por aferrarme a mi propia reflexión. He aquí mis conclusiones y propuesta para la conceptualización de Amar y Enamorarse, además sumo una tercer instancia que he denominado "Ser amador". La siguiente exposición está basada en el capítulo 115 "Ea ea pepé" (páginas 70.007-71.017) del libro "Diálogos Agustinotélicos".

Del Amar.

Es un verbo. Es cierto que es obvio, pero muchas veces lo obvio por serlo pasa desapercibido Es un verbo y con esto decimos que implica acción, un acto. Uno no puede amar con el corazón como se dice vulgarmente, uno no puede amar con el alma, uno no puede decirle a un amigo la amo si luego este nos pregunta ¿Cómo, cómo es que la amas? y solo atinamos a decir No lo sé, es lo que siento, ¡patrañas!. Uno ama con actos y a través de ellos uno ama porque PIENSA en el otro, porque SALE con el otro, porque le LLAMA por teléfono y HABLA una hora, porque HACE etcéteras. No se pierda en la semántica y abrace en cambio su morfología; quédese con el HACER, entonces uno Ama porque elije hacerlo. No espero que haya quedado claro, sin embargo sí confío en que hayan podido retener lo escencial del acto y la voluntad de, en el Amar. Otra característica escencial del Amar es que no tiene un Objeto, cualquier persona (sin desmerecer la zoofilia u otras formas de amor que no serán tratadas aquí por una cuestión de repugnancia sujeta a la ley 1.428 del código penal) puede ser Objeto de nuestro amor. El Amar entonces puede estar sobredeterminado (varios Objetos pueden ser la causa de que uno ame) y por último estos no son excluyentes (uno puede Amar a distintas personas al mismo tiempo). Entonces, Amar: Acto de dar/hacer amor, a quien sea (no hay Objeto per sé adecuado) y a cuantas sea en cualquier momento (Sobredeterminación causal y no-exclusión).

Del Enamorarse.

Les debo a ustedes una explicación acerca de las dos acepciones del Enamorarse. La primera refiere a un proceso, es decir acto de contraer Amor, o mas simplemente de tender a Enamorarse (como instancia del amor). Entonces al decir me estoy enamorando nos referimos, o al menos debiéramos hacerlo, a estoy ingresando a la instancia del Enamoramiento, del Enamorar. Esto nos lleva a la segunda noción, a la que nos interesa: Enamorarse, como instancia del Amor, como estado temporal -histórico- al que accede un individuo cuando -y esta es la principal diferencia con el Amar- Ama a UNA persona por sobre las otras. El Enamorarse nos remite entonces a un ESTADO medianamente constante en el ser y reconocible a lo largo del tiempo en su historia, dicho estado implica necesariamente la existencia de un Objeto concreto, exclusivo. Uno se Enamora de una sola persona a la vez (el Enamoramiento es excluyente y por tanto un mismo estado de Amor no ha de estar sobredeterminado). Mientras que uno puede enamorarse incontables veces en la vida, he encontrado a partir de mis observaciones (las cuales no coinciden ni dan fundamento a mis opiniones) que los estados de Enamoramiento se almacenan como sensaciones en la memoria y asumen una jerarquía de la forma: De todas las veces que me he Enamorado, X (scarlett Johanson, Luciana Salazar, Luisana lopilato o quien sea) fue la mejor en Y (la cama, cocinando, más divertida, talando y/o cavando, etc). Otro dato importante y característico de este estado es que uno puede complementarlo con actos de Amor, es decir que mientras se está Enamorado el individuo puede Amar a otras personas; sin embargo, advierto que en la mayoría de los casos suele tener efectos morales secundarios como culpa, angustia, persecución, anemia, suicidio o posible disfunción de la actividad vital a causa de puñalada por enterramiento de aquella de quien nos Enamoramos. El Enamoramiento excede el acto en sí de Amar, y es posible incluso en ausencia física del Objeto; al Enamorarse, se incorpora una porción del otro al punto de incluirlo en el hacer, en los planes, en la vida en general. De pensar en grados, se infiere que a mayor Enamoramiento, mayor dependencia con/del Objeto y en su punto máximo, se podría pensar en una fusión entre el individuo y su Objeto y entonces (como producto del proceso de Enamoramiento) el Individuo se vuelve Objeto y pretende como tal su reconocimiento por parte de su Objeto, o lo que es lo mismo: Se enamora y exige al otro que se Enamore de él. Esta delgada línea que une al individuo con su Objeto de manera tan enraizada y sin embargo tan frágil puede pensarse como una operación química en la que se unen dos sustancias y a la mezcla se quita y agrega otras arriesgando el equilibrio y la estabilidad de la fórmula resultante desembocando en la muerte por intoxicación, volar en pedazos por el aire o atragantantamiento con vómito debido a la pestilencia provocada; o bien se podría disfrutar de una bella sinfonía de colores, aromas a tropel y de los más agraciados generando adormecimientos risueños.

Creo hasta aquí haber dado suficientes recursos para poder identificar y diferenciar las distintas instancias del Amor más frecuentes en la vida cotidiana. Dos instancias particulares y que no deberían desconocerse. Sumo una tercer instancia que desarrollaré a continuación.

Del Ser Amador (Apartado realizado días después de lo anterior. Aclaro esto en tanto supongo que apreciarán lo distinto de la escritura y no me pinta editarlo para mantener el estilo)

... Pero el tiempo pasa y entonces uno Ama y se Enamora y una y mil veces y poco a poco algo empieza a revolverse en su interior y nos llama la atención que, y a pesar de, algo permanece constante. En el centro de tanta turbulencia una quietud esencial toma forma. Y entonces uno Desama y Desenamora y los vientos amainan con el corre del tiempo. Apreciamos entonces cómo en el centro ahora de tanta quietud se retuerce incómodo lo que era estático, lo constante, lo esencial. La angustia que despiertan los retorcijones nos indican la pérdida y por ende la falta de. Cuando se hubo Amado y se fue Amado y más aún cuando se estuvo Enamorado intensamente una huella mnémica cargada de deseo permanece con vida. Si la entendemos como Amor y entendemos que la angustia por la pérdida suscita necesariamente recuperar al Objeto perdido (lo Amado o de lo que se ha Enamorado) decimos que uno ha ingresado a una tercer instancia, la del Ser Amador. Uno Es Amador cuando ha caído en situación de Amar al Amor, eso que reconocimos como constante más allá de que los Objetos hayan cambiado. Uno Es Amador cuando Ama el Amor dijimos, y esto lo hace en detrimento del Objeto Amado y en sintonía con un forma de Amor narcisista (hacia sí mismo). Uno Ama el Amor y desea que lo Amen, mas no necesariamente Ame a quien se imbuye de Amor. Tomando a la ligera a Lacan podríamos decir que uno Ama al significado independientemente del significante. En símbolos: Amar = I ==> O; Enamorarse = I --> Q; Ser Amador = I/- --O--> I/-. En donde "I" es el individuo; "O" es el objeto; "Q" el objeto imbuído de Amor; "I/-" el Individuo imbuído de Amor y "-" es el Amor.

El paso del Amar al estar Enamorado es el mero ubicar el Amor que recidía en el acto de Amar, en el Objeto: el objeto tiene algo de lo cual el Individuo se Enamora; de la segunda instancia a la tercera el objeto en tanto significante desaparece, pero el Amor que poseía queda como huella mnémica o significado y se introyecta como esencia constitutiva del Amor, como Ser Amador no importa quien porta el Amor y, a través del otro, uno logra temporalmente hacerlo resurgir y revivirlo. No es prudente sostener que según esta lógica una vez que se ha ingresado a la tercer instancia no habría posibilidad de verdadero Enamoramiento y pensar que el Objeto solo puodrá despertar la huella mnémica del Amor que reside en uno mismo y no así generar un nuevo Estado de Amor imbuído de una esencia totalmente distinta o al menos que no se pierda y muera en la Angustia de retornar y revivir aquel Amor que se hubo perdido.
Del Amar, del Enamorarse y del Ser Amador.