viernes, 4 de marzo de 2011

Variación en el habla

La diversidad cultural que se produce en los híbridos procesos de aculturación en una sociedad, tiene como una de las consecuencias distorsión en los modos de expresión idiomática de los individuos. Cabe aclarar que hay formas de expresión que están más aceptadas que otras, y esto se debe a que, probablemente, la forma de expresión que impone la cultura dominante, es la que será vista como la correcta o la recomendada. De todas maneras, no significa que otros sectores de la sociedad, en donde rigen las subculturas, no tengas derecho a expresarse a su antojo.

A continuación, comprobaremos la anterior hipótesis con ejemplos claros encontrados en la vida cotidiana.
Fueron creados seis personajes, cada uno perteneciente a un ámbito social distinto, para reproducir a través de ellos las distintas formas de expresión que existen hoy en día en nuestra sociedad.

Personajes:

1) Un hombre que ha pasado su adolecencia metido en una escuela militar, que ha ejercido la profesión de policía de la provincia de Córdoba. Un tal Ricardo Juarez.

2) Un manyín de por ahí, que asiste eventualmente a recitales de Rock, toma vino en plazas, deambula por la zona del abasto y tiene un par de rastas en la cabeza. El viejita.

3) Una diplomática rectora de una importante universidad. Isabel Pérez Haedo García Lorca.

4) Un cuartetero que asiste todos los fines de semana al estadio del centro a ver La Mona o La Banda de Carlitos, usa gorra, ropa Nike de Feria y tiene un tatuaje con el nombre de la madre. El Araña Pollito, le dicen.

5) Una simple señora mayor, que tuvo una vida laboral ardua, que ya se jubiló y se dedica a ir al médico y a mirar el programa de Tinelli. Le suelen decir Ube.

6) Una mujer cuarentona, muy mona, top, que va al gimnasio y se hizo las tetas. No dice ni el nombre ni la edad.


Seguido de eso, al estilo Peter Capusotto en uno de sus videos, se les pide a estas personas que traduzcan a su lenguaje cotidiano las siguientes expresiones:

a) Se me perdió el celular.

Ricardo Juarez: Tengo un cero cuarentaidós, extravío total o parcial de mi comunicador.

El Viejita: Uhh, vieja, todo mal... Perdí el fono...

Isabel Pérez Haedo García Lorca: Caráspita. Se me perdió el teléfono móvil.

El Araña Pollito: Chori, me desapareció el pinchilón con el que me bolaceo con la guacha...

La Ube: ¿Dónde estará el aparatito? Lo he de haber perdido... Voy a llamar al plomero para ver si me lo encuentra. Es de amorooooso el chico...

Cuarentona Top: ¿Y el celu? ¿Dónde está mi celu? ¿Que onda? O sea, Hello... No encuentro mi celu.


b) No te creo.

Ricardo Juarez: El testimonio es negativo. ¿Puede verificar el mismo?

El Viejita: Me estás charlando, langa...

Isabel Pérez Haedo García Lorca: Patrañas. La inverosimilitud de tus palabras es evidente.

El Araña Pollito: Caiesé... te va a crecé la narí, pinocho feroz...

La Ube: ¡Me estás cachando, te calé!... Dejáte de embromar.

Cuarentona Top: Sorry, che, pero no te creo ni un poquitín, gordo...


c) El hombre estaba nervioso y sin querer se cayó por la ventana. Murió inmediatamente.

Ricardo Juarez: El masculino se encontraba en estado de exaltación emocional, mientras que al mismo tiempo el susodicho se apoya en uno de los parates de un escape de aire, el cuál no resiste, haciendo que el cuerpo se de a la fuga, derivando en la muerte del mencionado.

El Viejita: El chabón estaba así, re loco, no se que le pintaba, y se fue al muere por la ventana, así de una, el chabón.

Isabel Pérez Haedo García Lorca: El hombre sufría de una descompensión psicológica y, por accidente, se cayó desde la ventana y falleció. Que en paz descanse.

El Araña Pollito: Torre Gemela, le decían al culiau. Se caió para abajo y se hizo mierda todo. Que si io, lo debe habé cagao la guacha. Más te vale que no me hagá lo mismo, Marta, tamo?

La Ube: El tipo estaba en su casa, buen mozo el chico, había discutido y de repente se cayó por la ventana. Ooooh, vieras vos el porrazo que se pegó! Ya prendí una velita para que se recupere...

Cuarentona Top: No, no, no... No sabés la que me enteré hoy, loqui... Un tipo se cayó del balcón, así, de una, PUM. Que barbaridad, no te la puedo creer!


d) Amor mío, perdoname.

Ricardo Juarez: Natalia Natalia, le hago presente mis disculpas por el episodio anterior.

El Viejita: Me perdonás, cabeza?

Isabel Pérez Haedo García Lorca: Lo ocurrido me avergüenza. Te hago presente mi pedido de disculpas, ser querido.

El Araña Pollito: Marta, volvé, no te fajo má...

La Ube: Ooooy, que cabeza de novia! Perdoname, Sergio... Digo Francisco... Digo... Estoooo... José.

Cuarentona Top: Sorry, gor... Todo bien, chancho, o sea, ya fue...



Y ahora, mis amigos, surgen las interactivas incógnitas para que resuelvan en casa:

-¿A quién de los seis elegirían si tuvieran que recomendarlo como profesor de nuestro idioma para los extranjeros?
-¿Con la forma de hablar de cuál de los seis se sienten más indentificados?
-¿Encontraron alguna vez algún personaje como el Araña Pollito? ¿Encontraron alguien más gracioso que ese tipo de personajes?
-¿Desearon alguna vez que el hombre que se caiga por la ventana sea en realidad la mujer personaje número seis?

Y la pregunta del millón:

¿Por qué la forma de hablar de las personas causará en uno tantas sensaciones, sentimientos o prejuicios?

1 comentario:

Felicidad dijo...

Me encanto, ME CAGUE DE RISA LA VERDAD.... Que chico de mierdaa che..