martes, 29 de noviembre de 2011

La Nochera

Cuando la noche se repite sin cesar y el día solo es la espera calurosa de un ansiado encuentro, cualquier referencia temporal se diluye en un mar de imágenes y momentos que inundan todos los sentidos. Unos labios sensuales que se escabullen en un abrazo, una cama arremolinada que intenta robarle vida al amanecer que se despereza. La guitarra sonando como lo único que deambula entre los cuerpos eternos, un abrazo amigo que nos recuerda que nunca estaremos solos. La fanfarria murguera, que retumba en las entrañas, en la infinitud de sus latidos hace vibrar la carne hasta lo más primitivo.

La noche, ay! la noche. La noche, tan estrellada como la del monte chaqueño, me encandila en estos días y al llegar el día me refugio con ella en la inmensidad de mis sábanas.

Solo Ella.

2 comentarios:

ORSHE dijo...

Belleza profunda y sencillez. Siga así, no escatime vena!

Раскольников dijo...

Más claro, echale Clonosepán... Aún si me equivoco, echale Clonosepán.