viernes, 2 de junio de 2017

Del síntoma al sinthome. Un acto de poesía. GOCE.

Morir por siempre. Vivir por siempre. La ilusión va de lo mismo: velar el fin que siempre, consigo trae. Consigo, una y otra vez trae siempre un vivir por, al cual velar nuevamente. Circularizar la vida, así entonces podrá vivir por siempre, pues el mundo, la ciencia y la psicología están para servirle. Tenga usted a buen recaudo, mi señor, hacerse con capital suficiente y vivirá por siempre.
Qué si no lo tiene. Muera usted entonces, muera por siempre, que en este punto lleva consigo lo necesario, imagine sino, y con eso le digo todo. Muera una y otra vez y llevará a cuestas la muerte en vida, para siempre. Circularice así también la vida, como un halo, y sírvase de todo el simbolismo.
No se aflija buen hombre, si no posee ni una ni otra virtud -el capital o la imaginación-, o si está falto de coraje para perder de vista al Otro que, le garantizo, habrá de presentarse; todavía puede usted convertirse en poeta, aquel que vive luchando, aquel hidalgo del sufrimiento ajeno, que encarniza el símbolo pues no se fía en la palabra hecha ley y nunca lo hará, para su suerte o destino al caso es lo mismo, pues siempre habrá tácitos que explicitar.
... y si magnánima es su cobardía, puede usted ser más poeta aun y desangrarse en los versos más hermosos de que disponga, haga fetiches de papel y tinta. Allí también encontrará un nunca, pues gracias a Dios, nunca flaqueará la raíz de todos, sí señor dije bien, todos, los sentidos. Queda entonces a su disposición el siempre y el nunca al módico precio de una angustia con cincuenta, es lo mejor que tengo para ofrecerle por ahora...
Sino podemos quedar para el viernes que viene a la misma hora...

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