jueves, 21 de febrero de 2008

La muerte de LA MUERTE...

En una cordial velada, discutía con mi alma gemela acerca de los avatares de la muerte; comenté que noches atrás, mientras degustaba a Inodoro Pereyra "El Renegau", fui conciente por primera vez en mi vida de lo inevitable de mi naturaleza mortal, de que realmente en algún momento de mi existencia debia morir. La cuestión se pone más interesante si agregamos que no creo en todo el merchandising cristiano ni sus derivados por sustitucion (Islam y Judaísmo), lo que me lleva a tener que representarme la idea de un corte abrupto en el devenir de mi conciencia; tal imagen fue impactante (en el buen sentido, puedo decir). Ante mi relato, la ya citada luz de mis ojos, alegó que, aunque el paraíso no existiera, las ansias de perpetuidad estaban garantizadas por la genial invencion hindú de la reencarnación. De esta forma la esencia vital se mantiene incolume ante la irrefrenable erosión de su soporte corporal (sea cual fuere). Ante tal tesis sugerí que yo creía mas bien en una especie de "energía" (sin hablar en términos de termodinámica) total en el universo, la cual se repartía en las distintas partes componentes. De esta forma, cuando el cuerpo cumple su ciclo la energía liberada vuelve a esa masa y se reutiliza para otros fines. En términos prácticos esta tesis no difiere de la de la reencarnación, ya que desde ambas posturas se sostiene que uno no tiene conciencia de los rumbos recorridos por la energía que hoy se encarna en su cuerpo. Incluso para quienes sostienen tener vivencias que evidencian haber pertenecido a otro cuerpo en otros tiempos, la tesis "energética" es totalmente válida, ya que si todo forma parte de una unidad, las vivencias podrían transferirse (incluso no sería ni siquiera transferencia porque es todo una misma cosa). Le diferencia esencial entre estas dos visiones es justamente la referente a la esencia, la tesis de la reencarnación postula una unidad esencial que iría siguiendo un derrotero en función de sus méritos en las distintas vidas. La segunda tesis no requiere la referencia a ningún tipo de partición o trascendencia; incluso para los fanáticos de la ciencia se estarían llevando dos creencias al precio de una, ya que la tesis energética se lleva bastante bien con los postulados de la física sobre la energía.

Y por si esto fuera poco, tambien se va a llevar por el mismo precio un dosis vitalicia de Prozac para que no me derroche energías (que al fin y al cabo tambien es mía, juna y gran siete) deprimiéndose porque no va a ver a sus parientes cuando se muera o porque ningún perro va al cielo.

Para los más asérrimos creyentes tenemos el pack "¡existe la vida despuésde la muerte, carajo!" que viene acompañado por un lindo latiguito y un calendario de ayuno con la cara de ese de la vinchita de espinas.

Y si lo tuyo es el determinismo liso y llano, tenemos el manualcito "¡la de Newton es más grande, manga de giles!" que viene con la mansanita y todo (no la de Adan, esa va con el combo anterior).

Me despido dejándoles un mensaje: no estamos solos en el Universo... ET es la prueba viviente...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mas allá de la graciosa lista de "ofertas de la semana". me alegro mucho de que hayas tomado consciencia de tu inevitable muerte, ya que es la unica manera de vivir sabiendo que no se está perdiendo el tiempo. El problema es que se suele tener esa percepción esporádica y accidentalmente. Hay que lograr percibir la muerte a voluntad y usarla para forjar el espiritu; y asi transitar la vida del único modo que merece ser vivida: con determinación.